Enfrentarse a la deportación de Canadá puede ser un momento estresante e incierto para las personas y sus familias. El sistema de inmigración canadiense evoluciona constantemente, y los recientes cambios en las leyes de inmigración han hecho que el proceso sea aún más complejo. Es importante que las personas que se enfrentan a la deportación entiendan los cambios recientes en la ley de inmigración de Canadá y cómo pueden afectar a su caso.
Nuevos motivos de inadmisibilidad
Uno de los cambios más recientes de la legislación canadiense sobre inmigración es la introducción de nuevos motivos de inadmisibilidad. Esto significa que personas que antes eran admisibles en Canadá ahora pueden ser consideradas inadmisibles debido a cambios en la legislación. Por ejemplo, las personas que han sido condenadas por ciertos tipos de delitos pueden ahora ser consideradas inadmisibles, aunque antes no lo fueran.
Mayor recurso a la expulsión administrativa
Otro cambio en la ley de inmigración canadiense es el mayor uso de la expulsión administrativa. La expulsión administrativa es un proceso por el que las personas pueden ser expulsadas de Canadá sin una audiencia formal ante la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá (IRB). Esto significa que las personas que se enfrentan a la deportación pueden no tener la oportunidad de presentar su caso ante el CEI.
Procedimiento de recurso
El Gobierno de Canadá también ha introducido cambios en el proceso de presentación de recursos. Anteriormente, las personas que se enfrentaban a una deportación tenían derecho a presentar un recurso ante el IRB. Sin embargo, los recientes cambios en la ley de inmigración han limitado el derecho de apelación de determinadas personas.
El proceso de deportación:
El proceso de deportación en Canadá se rige por la Ley de Inmigración y Protección de los Refugiados (IRPA) y el Reglamento de Inmigración y Protección de los Refugiados (IRPR). El proceso suele comenzar con la emisión de una orden de expulsión por parte de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA), que ordena a la persona abandonar el país en un plazo determinado. Si la persona no se marcha voluntariamente, puede ser objeto de expulsión forzosa.
Antes de que se dicte una orden de expulsión, la persona puede tener la oportunidad de presentar alegaciones o recurrir la decisión. En algunos casos, también pueden solicitar una orden judicial para suspender la expulsión. Una vez que la orden de expulsión entra en vigor, la CBSA puede detener a la persona hasta que pueda ser expulsada del país.
Motivos de deportación:
Hay varias razones por las que un extranjero puede ser objeto de deportación en Canadá. Algunas de las más comunes son:
- Exceder la duración del visado: Si una persona permanece en Canadá después de que su visado haya caducado, puede ser objeto de deportación.
- Violar las leyes de inmigración: Esto puede incluir trabajar sin autorización, no mantener el estatus o proporcionar información falsa en una solicitud de visado.
- Actividad delictiva: Si una persona es condenada por un delito en Canadá, puede ser objeto de expulsión, sobre todo si el delito se considera grave.
- Amenaza para la seguridad: Si el gobierno canadiense determina que una persona supone una amenaza para la seguridad nacional, puede ser objeto de expulsión.
Efectos de la deportación:
La deportación puede tener efectos importantes y de largo alcance tanto para la persona expulsada como para sus seres queridos. Algunas de las repercusiones más notables son:
- Separación de los seres queridos: La deportación suele conllevar la separación de los miembros de la familia, incluidos cónyuges, hijos y padres. Esto puede resultar especialmente difícil para quienes tienen vínculos estrechos con Canadá, como los inmigrantes en tierra o los residentes permanentes.
- Tensiones financieras: La deportación puede acarrear importantes pérdidas económicas, ya que las personas pueden verse obligadas a abandonar sus hogares, negocios y otros bienes en Canadá.
- Pérdida de estatus: Los deportados pueden perder su condición de inmigrantes en tierra o residentes permanentes, lo que puede repercutir a largo plazo en su capacidad para regresar a Canadá en el futuro.
- Efectos psicológicos: La deportación puede ser una experiencia traumática y provocar sentimientos de pérdida, depresión y ansiedad.
Por qué necesita un abogado cuando se enfrenta a la deportación en Canadá
Los procedimientos de deportación pueden ser confusos y estresantes para cualquiera que se enfrente a ellos. El proceso de inmigración canadiense es complejo y navegar por el sistema legal puede resultar difícil, sobre todo si no está familiarizado con las leyes y procedimientos implicados. En una situación así, contar con un abogado experto en inmigración puede marcar la diferencia. Estas son algunas de las razones por las que necesita un abogado cuando se enfrenta a una deportación en Canadá.
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Comprender las leyes y reglamentos de inmigración
Las leyes y reglamentos de inmigración de Canadá cambian constantemente, y puede resultar difícil mantenerse al día de las últimas novedades. Un abogado de inmigración tendrá la experiencia necesaria para proporcionarle un conocimiento actualizado de las leyes y reglamentos que se aplican a su caso. Pueden explicarle las disposiciones pertinentes y cómo pueden afectar a su situación.
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Preparación y presentación de solicitudes de inmigración
Si se enfrenta a la deportación, puede presentar una solicitud de inmigración para evitar su expulsión de Canadá. Esto puede incluir solicitar la residencia permanente, asilo u otras formas de protección. Un abogado de inmigración puede ayudarle a preparar y presentar su solicitud, asegurándose de que cumple todos los requisitos necesarios y tiene las mayores posibilidades de éxito.
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Representación ante tribunales o juzgados de inmigración
Si su caso llega a los tribunales o a un tribunal de inmigración, contar con un abogado experto en inmigración puede ser crucial. Pueden representarle ante el juez o miembro del tribunal y presentar argumentos en su favor. Su abogado también puede interrogar a los testigos, presentar pruebas y hacer alegaciones legales. Contar con un abogado puede ayudarle a garantizar la protección de sus derechos y una audiencia justa.
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Preparación sólida de los casos
Un abogado de inmigración puede ayudarle a reunir y presentar los argumentos más sólidos posibles para respaldar su derecho a permanecer en Canadá. Pueden ayudarle a reunir y revisar los documentos pertinentes, preparar las declaraciones de los testigos e identificar cualquier posible argumento jurídico que pueda apoyar su caso. Su abogado también puede ayudarle a prepararse para las posibles preguntas o impugnaciones que puedan surgir durante la vista.
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Reducción del estrés
Pasar por el proceso de deportación puede ser una experiencia estresante y abrumadora. Tener a un abogado de inmigración de su lado puede proporcionarle tranquilidad, sabiendo que cuenta con un profesional experimentado que trabaja para proteger sus derechos e intereses. Su abogado puede responder a sus preguntas y ofrecerle apoyo y orientación durante todo el proceso.
Conclusión
En conclusión, enfrentarse a la deportación de Canadá puede ser un momento estresante e incierto para las personas y sus familias. Los recientes cambios en la ley de inmigración de Canadá han hecho que el proceso sea aún más complejo, y es importante que las personas comprendan sus derechos y el proceso legal al que se enfrentan. Un abogado de inmigración puede proporcionar orientación y representación ante el IRB u otros organismos gubernamentales, y las personas deben buscar la asistencia de un abogado de inmigración para garantizar la protección de sus derechos.
La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA) es responsable del proceso de deportación en Canadá.
Sí, una persona puede tener la oportunidad de presentar alegaciones o recurrir una orden de expulsión antes de que surta efecto.
Si una persona no se marcha voluntariamente después de que se haya dictado una orden de expulsión, puede ser objeto de expulsión forzosa y ser detenida por la CBSA.
Sí, las personas que son expulsadas de Canadá pueden perder su condición de inmigrantes o residentes permanentes.
Las políticas de inmigración en Canadá desempeñan un papel significativo a la hora de determinar quién puede ser objeto de deportación, y ponen de relieve la importancia de garantizar que estas políticas sean justas y equitativas.